Los perros, al tener un oído más desarrollado que el del ser humano, sienten los ruidos con mucha mayor intensidad, razón por la cual se asustan y se ponen muy nerviosos.
Es bueno acostumbrar a nuestro perro al ruido. Puedes hacer ruido con algo que suene fuerte y demostrarle cariño inmediatamente después para tranquilizarlo, y así hasta que se acostumbre. Tienes que hacer este tipo de ruidos frecuentemente e ir aumentando el volumen de los mismos hasta que consigas que no se ponga nervioso.
Si el entrenamiento a base de ruidos no funciona, pueden utilizarse calmantes naturales que los ayuden a superar la crisis ( siempre consultando con el veterinario).Por ejemplo, las gotas a base de Clematis es utilizada en perros que deben permanecer encerrados en el hogar y se ponen ansiosos a causa del mal tiempo, o porque desean que vuelva alguna persona querida a la casa. El Mímulo, es una sustancia muy utilizada en perros que se ponen nerviosos por los ruidos fuertes, cohetes, truenos...El álamo temblón se utiliza con perros que temen a las nuevas situaciones, que son demasiado sumisos y que suelen llevar la cola entre las patas.