Preciosidad de Dálmata en adopción

Esta preciosidad de mirada ingenua es el Dálmata Lolo.  Lolo es un perro simpático, dulce, cariñoso y confiado; pese a su sordera congénita es una delicia de animal, obediente y muy inteligente.
Sabe andar con correa así que es un gustazo pasearlo y presumir de bellezón. Con sus colegas perrunos se  lleva bien y en el parque hace amigos nuevos a diario.
Con las personas es como todos los de su raza: un dulce. Le pirran los mimos, carantoñas, caricias, besos, abrazos…
Lolo nació hacia el mes de Agosto del 2010, así que tiene mucha vida por delante para demostrarte que es un gran perro, que la sordera no le impide hacer una vida normal y que no hay nada más fácil que quererle.

Para adoptar a Lolo o para más información escribe a:
adopciones@elrefugioescuela.com

El lenguaje corporal del perro

• Miedo – Lo primero que podemos observar ante este sentimiento son sus orejas que se van para atrás, segundo signo es su cola que meterán entre sus piernas traseras. También agacharán la cabeza y entreabrirán sus ojos.

• Sumisión – La primera señal es que el perro evitará contacto visual con usted, agachará la cabeza y meterá su cola entre las patas traseras. Tendrá el hocico entre abierto y agitará suavemente la cabeza. También suelen acostarse con las patas delanteras estiradas, las patas traseras ligeramente levantadas y la cabeza apoyada entre sus patas delanteras. 

• Alegría – Sin duda el mayor signo de la alegría es su cola, la cual moverá constantemente y con vehemencia. Suelen dar pequeños brincos y emitir suaves ladridos. También suelen caminar rodeando al amo y tratar de llamar su atención.

• Agresión – En estos casos paran sus orejas para adelante, la cola la levantan y la esponjan. Pero quizá el signo más claro es el de mostrar los dientes y emitir  ladridos o gruñidos fuertes. El lomo lo levantan ligeramente y se les suele encrespar, casi siempre tienen la mirada fija ante la persona o animal que es a quien dirigen su agresión e intimidación.

• Dominancia – Lo primero que vemos es como levantan sus orejas firmemente, así como su cola la cual la levantan y la apuntan para adelante, inflan ligeramente el pecho y erizan su pelo. No siempre pero en algunas ocasiones emiten ladridos y gruñidos.

¿Por que mi perro muerde la pared?

La razón por la que un perro puede llegar a comer, morder o lamer paredes suele ser por ansiedad. Si tu perro no tiene la suficiente actividad mental o física puede generar estrés y ansiedad, lo que desencadena la acción de lamer, morder o comerse la pared para descargar su mente y su energía.  Si el problema resulta ser consecuencia de la falta de ejercicio y actividad mental, además de modificar la rutina de tu perro, un truco muy útil que te ayudará a evitar que muerda la pared es ponerle a la superficie que no quieres que muerda algún aroma cítrico o salsa picante. De esa manera la misma pared resultará una mala experiencia para él y dejará de morderla.  Lo más importante es la rutina de ejercicio físico y mental.
Si aún cambiándole su rutina, no deja de morder la pared, consulta al veterinario por si carece de algún nutriente en su dieta.

Viajar con el perro en avión

Si viajas en avión ten en cuenta que el peso de tu perro determina si debe ir en cabina o con el equipaje. Si pesa menos de 6 Kg será aceptado como “equipaje de mano.” Si pesa más deberás llevarlo en una caseta y será embarcado 3 horas antes del vuelo.Evidentemente, tu perro también pagará un pasaje. Las tarifas estipuladas variarán dependiendo de cada aerolínea y de cada país, pero generalmente son precios muy altos. Por ejemplo, desde España a Buenos Aires, se pagan 31 euros por cada kilogramo de peso del animal, por lo que si tu mascota alcanza los 20 kilos, el coste ascenderá a 620 euros. A esta cifra hay que añadir la tarifa de regreso que será de 25 euros por kilo. De este modo, el coste total del billete de tu perro será de 1.120 euros.
Al realizar la reserva tienes que hacer una petición de animal de compañía, indicando de qué animal se trata y mencionando las características básicas. Esta petición se tramita a control de espacio y en 24 horas te contestan si el animal es aceptado, ya sea en cabina o en bodega, para viajar.
Para que tu pequeño amigo pueda viajar contigo en la cabina de pasajeros, el habitáculo en el que irá el animal, el largo, el ancho y la profundidad no puede exceder de 105 cm. La compañía te ofertará un trasportín o si lo prefieres puedes llevarlo tú. Deberá cumplir las condiciones requeridas de consistencia, ventilado, fondo impermeable y seguridad que se exige o será rechazado en el embarque.
 En ningún momento admitirán que tu mascota suba a la cabina si desprende mal olor o posee unas características molestas para el pasaje o la tripulación. También tienes que saber que viajará contigo y que no podrá molestar al pasajero de al lado. Si el animal va en la cabina tú eres el responsable de cumplir con todos los requisitos exigidos.
Para que no sea una mala experiencia para el animal, habla con el veterinario para que te prescriba un relajante muscular para tu mascota. Lo normal es que se lo administres entre media hora y una hora antes del viaje. Así, cuando despegue el avión, tu pequeño amigo se hallará en la jaula y estará prácticamente dormido.

¿Puedo llevar a mi perro a la playa?

La ley de costas española prohíbe el acceso a animales a las playas calificadas como públicas (son las que tienen servicios, como papeleras, recogida de basuras…).
Por tanto, no está permitida la presencia de perros en las playas, salvo excepciones, como el caso de perros guía de invidentes o, por ejemplo, algunas normativas municipales que permiten ir acompañados de perros entre las 10h00 y las 17h00 entre el 1 de abril y el 23 de mayo si va con correa; o entre el 27 de mayo y el 2 de septiembre fuera de las horas de mayor concurrencia (de 10h00 a 17h00)
Es decir, que si sabéis de una playa poco frecuentada, sin servicios y alejada de los núcleos urbanos, entonces tal vez podáis ir con vuestro perro, pero mejor aseguraos porque la multa puede salirte por más de 1.000 euros.
¡¡¡Reivindiquemos playas para perros ya¡¡¡