¿Qué cantidad de comida debo dar a mi perro?

Consejos para educar a un perro adulto adoptado de una perrera o protectora

Un perro adulto o anciano es un animal lleno de cariño por entregar, muy atento y tranquilo.Casi todos los perros que se encuentran en los albergues de animales pueden ser reeducados con éxito. Sobre todo, si el nuevo propietario tiene experiencia o está dispuesto a dedicar a su nueva mascota el tiempo o la paciencia que requiera.
En primer lugar, es vital que, si ya tienen un nombre, lo sigan conservando, cambiárselo solamente los va a confundir.
Averigua todo lo que puedas sobre la vida pasada del animal y de su carácter. Llévalo a dar un breve paseo y observa cómo se comporta tanto fuera como dentro de casa.
Para aprender a educar a un perro adulto recién adoptado hay que tener en cuenta que todos deben respetarse mutuamente y que se debe mantener un ambiente de disciplina entre los miembros de esta comunidad. Con todo lo anterior se logra que el perro comprenda cuál es el líder en su nueva manada evitando que se genere confusión acerca de quién es el que manda.
Hay que conseguir que interactúen con otros perros, de manera que puedan desarrollar una actividad en equipo.
Un perro adulto que llega de una perrera a un nuevo hogar generalmente ya tiene varios conceptos de convivencia muy claros. Por ejemplo, sabe que tiene que ir afuera a hacer sus necesidades físicas, así que cuando lleguen a su nueva casa hay que indicarle con el dedo, cuando estén inquietos, dónde deber ir y si lo hacen bien darles una galletita como premio, nunca hay que utilizar la violencia.

¿Cuánto cuesta adoptar un perro que está en una protectora de animales?

Los perros no se venden, así que no cuestan nada. Las protectoras de animales solamente piden al adoptante que se cubran los gastos del Microchip y las vacunas , que ascienden a unos 60 euros.

Características de los hoteles que admiten perros

1. Es recomendable hacer la reserva con bastante antelación porque las habitaciones destinadas a viajeros con animales suelen ser limitadas. 
2. En algunos establecimientos permiten el hospedaje de mascotas solamente en determinadas épocas del año, en las que pueden estar excluidos los meses con más viajeros como junio, julio y agosto. 
3. También es frecuente que algunas razas consideradas peligrosas -pit bull therrier, rottweiller...- o animales de gran tamaño tengan prohibido el paso en los hoteles, que sólo abren sus puertas a mascotas que no superen unos determinados kilos.
4. Algunos hoteles cobra un suplemento por alojarse con el animal
5. Cuando el cliente se comunique con el hotel debe preguntar por las normas que ha de seguir con su mascota. En algunos establecimientos al perro sólo se le permite estar en la habitación y no puede pasear o correr por las zonas comunes. 
6. En algunos hoteles el perro sólo puede permanecer en la habitación cuando está su amo para que, si se produce algún problema que afecte al animal o al resto de los huéspedes, el propietario esté en condiciones de responder con rapidez. También se suele pedir a los dueños que las mascotas no estén presentes mientras trabaja el servicio de limpieza.
7. Las habitaciones en las que duermen los huéspedes que llevan animales domésticos pueden tener unas características algo diferentes. En ocasiones su tamaño es mayor y suelen incorporar un balcón o una terraza para que el animal se sienta más cómodo. Asimismo es frecuente que las habitaciones no tengan moqueta para facilitar la limpieza.

Razones de la pérdida de apetito del perro

Las razones de la disminución del apetito son múltiples; van desde una depresión a cualquier inflamación o infección. Las más comunes son:

• Cambios en la marca de comida o en la receta. Cualquier cambio en los hábitos estipulados puede cambiar el apetito del perro.
• Alteraciones emocionales. Enfrentarse a un traslado o afrontar que los dueños se han ido de vacaciones puede ser uno de los motivos de que el perro no coma. En esos casos lo que mas se recomienda es una dosis elevada de paciencia y cariño. 
• Obsesión por el juego. Algunos perros prefieren la diversión a la comida y cualquier distracción comiendo puede hacer que el animal abandone su plato. 
• Enfermedades. Las enfermedades de garganta y estómago siempre tienen como primer síntoma la pérdida del apetito; suelen corresponder a enfermedades no muy graves que se solucionan en pocos días (dolores en las articulaciones, fiebre, gingivitis, dolor de garganta, etc). Si nuestro perro no manifiesta ningún otro síntoma externo y la abstinencia dura más de dos o tres días puede ser preocupante; lo mejor es llevarlo al veterinario para saber si se trata de alguna enfermedad crónica.
• Otras veces la pérdida de apetito solo corresponde a que nuestra mascota ha encontrado otra fuente de alimento que le satisface más; entonces controlaremos si recurren a la bolsa de basura o a la de otros animales de la casa.
• Aburrimiento por el pienso. Haz más apetitosos los platos de comida seca añadiendo algo de sabor que tengas en casa, pero en muy poca cantidad y repartido por todo el plato.